domingo, 15 de diciembre de 2013

DEFINICIÓN DE RENDIMIENTO ACADÉMICO

Rendimiento académico
El rendimiento académico hace referencia a la evaluación del conocimiento adquirido en el ámbito escolar, terciario o universitario. Un estudiante con buen rendimiento académico es aquél que obtiene calificaciones positivas en los exámenes que debe rendir a lo largo de una cursada.

En otras palabras, el rendimiento académico es una medida de las capacidades del alumno, que expresa lo que éste ha aprendido a lo largo del proceso formativo. También supone la capacidad del alumno para responder a los estímulos educativos. En este sentido, el rendimiento académico está vinculado a la aptitud.


Existen distintos factores que inciden en el rendimiento académico. Desde la dificultad propia de algunas asignaturas, hasta la gran cantidad de exámenes que pueden coincidir en una fecha, pasando por la amplia extensión de ciertos programas educativos, son muchos los motivos que pueden llevar a un alumno a mostrar un pobre rendimiento académico.


Otras cuestiones están directamente relacionadas al factor psicológico, como la poca motivación, el desinterés o las distracciones en clase, que dificultan la comprensión de los conocimientos impartidos por el docente y termina afectando al rendimiento académico a la hora de las evaluaciones.
Por otra parte, el rendimiento académico puede estar asociado a la subjetividad del docente cuando corrige. Ciertas materias, en especial aquéllas que pertenecen a las ciencias sociales, pueden generar distintas interpretaciones o explicaciones, que el profesor debe saber analizar en la corrección para determinar si elestudiante ha comprendido o no los conceptos.
En todos los casos, los especialistas recomiendan la adopción de hábitos de estudio saludables para mejorar el rendimiento escolar; por ejemplo, no estudiar muchas horas seguidas en la noche previa al examen, sino repartir el tiempo dedicado al estudio.

Bajo rendimiento no es sinónimo de poca capacidad


Se ha comprobado muchas veces que la mente humana es muy compleja y que nuestras reacciones y conductas no deben ser analizadas superficialmente. Es de público conocimiento que Albert Einstein tenía un pobre desempeño escolar y que se llegó a dudar de su capacidad intelectual. Pero casos como el suyo se dan constantemente en todas partes del mundo, al menos en cuanto a la incomprensión por parte de los docentes de una conducta académica reprobable.
Shigeru Miyamoto, considerado por muchos el padre de los videojuegos, llegó a preocupar a su familia por su falta de apego a los estudios; se cuenta que mientras cursaba su carrera universitaria, pasaba mucho tiempo tocando música y dibujando, entre otros pasatiempos artísticos, y que esto repercutía en que no consiguiera prepararse adecuadamente para los exámenes. Hoy en día, este genio del entretenimiento digital está pensando en su jubilación, luego de haber ofrecido al mundo un legado incomparable, que en más de una ocasión sentó las bases del diseño de juegos.
¿Podría decirse entonces que Einstein y Miyamoto no eran lo suficientemente inteligentes como para cursar sus estudios? Dado que esta posibilidad es absurda, la respuesta debe necesariamente residir en otro componente de la ecuación. En ambos casos, se trataba de personas que tenían un potencial creativo fuera de lo común y que se encontraba activo, cual un volcán a punto de entrar en erupción. Un individuo que siente el impulso de crear, de encontrar su propio camino ante la insatisfacción que le provoca su entorno, es muy propenso a rebelarse antes las imposiciones de un sistema educativo cerrado, que lo obliga a memorizar fechas y nombres en lugar de ayudarlo a encausar su capacidad inventiva.
Por otro lado, son muchos los países que denuncian el uso cada vez más pobre del idioma por parte de la juventud, la falta de vocación, y la sensación generalizada de infelicidad una vez alcanzada la vida adulta. Los sistemas educativos están configurados de manera tal que la misma persona que aprueba satisfactoriamenteLengua termine cometiendo terribles faltas de ortografía, y que quien consigue superar todas las materias relacionadas con los números sea incapaz de realizar una simple división sin la ayuda de una calculadora.
En pocas palabras, basarse en el rendimiento académico para evaluar las capacidades intelectuales de una persona es absolutamente incorrecto. Si la educación se adaptara a las necesidades de cada individuo, si no se forzara el conocimiento sino que se incentivara a aprender e investigar, es muy probable que nadie prefiriera el ocio al estudio.






Cuatro causas del bajo rendimiento académico

La vida de un estudiante no es lineal sino que existen etapas de mayor éxito y otras de más dificultad a la hora de aprobar los exámenes y de preparar con motivación las tareas. ¿Cuáles son las cuatro causas de un bajo rendimiento en los estudios?
1. Los problemas personales afectan mucho a la capacidad de concentración de una persona. Alguien que tiene algo que le preocupa no puede estar con paz interior ante el libro. Tiene un debate interno que debe de resolver para poder recuperar su rutina cuanto antes.
En positivo también sucede que cuando alguien se ha enamorado tiene muchas dificultades para centrarse en temas intelectuales porque cuando el sentimiento está en un alto nivel de intensidad, la capacidad intelectual pierde fuerza en esta dualidad.
2. Una mala alimentación también puede ser causa de un bajo rendimiento académico. El esfuerzo y el desgaste no sólo puede ser físico sino que el esfuerzo intelectual quema mucho, roba mucha energía. Por esta razón, conviene tener una alimentación saludable y comenzar el día con un buen desayuno.
3. Tener malas influencias también puede ser una causa de un bajo rendimiento en los estudios. Cuando un estudiante se rodea de compañeros que no se toman en serio sus estudios, entonces, puede sucumbir a la tentación de quedarse en la cafetería durante las horas de clase. Conviene tener personalidad para actuar con criterio propio más allá de qué hagan los demás.
4. Una depresión también es un motivo de peso para que la persona cuide de sí misma y los estudios pasen a un segundo plano. Un enfermo de depresión necesita un tiempo para recuperarse.
estudiar Cuatro causas del bajo rendimiento académico en la etapa universitaria

Bajo rendimiento escolar




Hay que confesarlo: madres y padres esperamos que nuestros hijos aprendan sin grandes dificultades, que sus resultados sean acordes a sus esfuerzos -o mayores aún- y que paulatinamente vayan adquiriendo responsabilidades en torno a sus tareas escolares. Y esperamos, además, que éste sea un proceso natural y exitoso. Pero esto no siempre es así. educarchile analiza en este artículo por qué, a veces, nuestros hijos presentan bajo rendimiento escolar y cómo debemos actuar en esos casos.

Existen distintos tipos de razones que pueden interferir significativamente con el aprendizaje de nuestros hijos:
problemas propios de cada niño, situaciones del entorno familiar o
particularidades del ámbito escolar.

Diferenciar estos factores no es fácil. Requiere una aguda observación de parte de los padres y profesores y, algunas veces, es necesario además, la intervención de especialistas.
POR QUÉ. POSIBLES CAUSAS DE UN BAJO RENDIMIENTO ESCOLAR
Existen múltiples problemas que pueden determinar el bajo rendimiento de los niños. Las más frecuentes son:
1. problemas emocionales
2. problemas sensoriales
3. problemas específicos de aprendizaje
Ahora bien, cualquiera sea la causa, el niño necesitará apoyo psicopedagógico para superar las dificultades. Es entonces cuando surge la pregunta inevitable:
Cuándo intervenir
No hay que apresurarse y establecer un diagnóstico prematuro. Antes del segundo semestre del segundo básico no se puede hablar de trastornos de aprendizaje. En el proceso de aprendizaje es posible que veamos que nuestro hijo presenta escritura en carro, hace cambios de letras, omite o agrega letras; quizás tenga dificultades de lectura, problemas con el tamaño y la organización de la información escrita o haga números invertidos. Estos son problemas propios del proceso de adquisición de la lectoescritura y el cálculo: no debemos alarmarnos. En el segundo año básico ya es posible hacer un diagnóstico más específico. Y es ahí cuando tenemos que estar muy atentos a los:
Síntomas
Si notamos que, a pesar de su esfuerzo el rendimiento de nuestro hijo no mejora, estamos ante los primeros indicios. Es importante entonces estar atentos a si nuestros hijos presentan determinados síntomas, por ejemplo si:
tarda más que la mayoría de los niños en hablar, presenta problemas de pronunciación, tiene vocabulario pobre, muestra dificultad para aprender colores, formas, números,
o, no termina las tareas), su atención es variable, no recuerda instrucciones, le cuesta organizar su activi
presenta dificultades en la coordinación visomotora (dibujos pobres, mal realizados de acuerdo con su edad), presenta dificultades de concentración y atención (por ejemp
ldad,
como si tuviese un "motor" interno que no para (caso de hiperactividad).
actúa

Muchas veces se trata de niños inteligentes, que no tienen problemas para captar la información, pero que fallan en las áreas específicas de la lectura, la escritura o el cálculo. Por eso, como siempre, nuestro grado de atención es fundamental a la hora de detectar el problema.
QUÉ HACER. SUGERENCIAS GENERALES
En primerísimo lugar, claro, debemos observar. Como un cazador atento, nunca dejar de estar alerta. Así podremos detectar rápidamente si nuestro hijo tiene algún tipo de problema que afecta su rendimiento escolar. Para hacer más fácil la práctica, presentamos un punteo de los síntomas generales. En los casos de bajo rendimiento escolar sucede que el niño:
se esfuerza y no obtiene una mejoría, presenta angustia o rechazo hacia la tarea escolar, está perdido, en las clases, tiene "cuadernos en blanco", no tiene su material, no logra mantener la información relativamente ordenada,
muestra sentimientos de incapacidad frente a las obligaciones.

Una vez que observamos que nuestro hijo presenta problemas de aprendizaje, debemos intervenir. Algunas acciones que podemos emprender:
definir el problema. (si son de tipo: sensorial, emocional, o más específicos de aprendizaje);
acompañar al niño en su estudio, observar cómo resuelve las dificultades y cuánto está atendiendo;
conversar con profesores y pedirles información;
rado en nuestra cultura, el bajo rendimiento en un niño pequeño no determina su futuro; buscar ayuda psicológica y psicopedagógica para
no enjuiciar; el rendimiento escolar es sobreval
oapoyar al niño en el desarrollo de sus destrezas; reconocer las áreas en las que es competente y alentarlo, estimularlo: es importante renovar la autoestima del pequeño;
adecuar las expectativas a la realidad del niño sin dejar de estimular y sin presionar exageradamente;
buscar un establecimiento apropiado para sus necesidades;

y siempre que tengamos dudas consultar a especialistas.